Red Pío Tamayo para la construcción de Venezuela

domingo, 22 de julio de 2007

HACIA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA DEMOCRACIA

Con el permiso del profesor Manuel Rodríguez Mena, hemos tomado sus ideas como propias y anexamos un resumen de su disertación, presentada en la Sala E de la Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela el 23 de enero de 2006.

La presentación y lineamientos finales estuvieron a cargo del ProfesorAgustín Blanco Muñoz. La invitación es para que los corresponsales escriban sus opiniones o papeles de trabajo aportando ideas para futuras reuniones de la Cátedra Pío Tamayo, pero, principalmente, para los núcleos organizativos que vayan formando a partir de esta iniciativa.

Cada persona debe convertirse en una fortaleza, comunicarse con otras ycrear organizaciones de base para presentar resistencia a las pretensiones del régimen. Recuerden que el antídoto contra el totalitarismo ya estáinventado y se llama PLURALISMO. Cada quien debe asumir la difícil tarea de ser el conductor de su propia vida, de ser su propio líder y ser responsable ante el colectivo del que forme parte, sea el edificio, la cuadra, la urbanización, la escalera o el barrio, para generar desde allí nuevosliderazgos que actúen como multiplicadores hasta crear una vasta red social de resistencia.

Necesitamos decenas, cientos, miles, millones de líderes. El totalitarismono se impondrá si nosotros no lo dejamos imponerse. Recordemos que la razón por la que los malvados prosperan, es la inacción de la gente buena.
Ese es el gran reto que no podemos eludir.


CÁTEDRA PÍO TAMAYO: 23 de enero de 2006.

La hipótesis o punto de partida de la investigación es la Destrucción del Sistema Político-Social de Venezuela. El segundo aspecto correlativo es la Construcción de una Verdadera Democracia.

Ahora bien, ¿por qué se destruye el sistema democrático venezolano? Tratándose de un sistema tan deficiente y “cojitranco”, ¿por qué es importante destruirlo?

Tenemos dos antecedentes: Uno, el fracaso del golpe de Estado de febrero del 92, por falta de apoyo popular e institucional. Algo en la conciencia de los venezolanos nos dice que la cosa no puede ser así, por muy en desacuerdo que se estuviera con aquella democracia, con todas las críticas que se tuvieren contra ella. Existe una conciencia democrática arraigada en el pueblo. El otro, es la caída de Pérez, que mal que bien se da por el funcionamiento de unos poderes públicos relativamente independientes. Sistema deficiente e imperfecto, es verdad, pero de algún modo funcional.

Tenemos también un consecuente, que es el consejo que le habría dado Fidel Castro al caudillo de este proceso: “Con democracia, no hay revolución”. Con ese sistema institucional, aún imperfecto e insatisfactorio, es imposible realizar el proyecto que tenían propuesto. Por eso es que el régimen a puesto especial empeño en desmontar el sistema de una democracia formal, para que una situación institucional como aquella de Pérez no se reproduzca en una Venezuela como la actual.

Un defecto notorio de la actual oposición es que se limita a criticar lo que hace el régimen, el “que”, pero no se detiene a explicar el “por qué” lo hace. Por eso, una de las metas de nuestra investigación debe ser fijar la atención en el por qué se hacen ciertas cosas, que a veces, fuera del contexto, resultarían incomprensibles. Ciertamente, con una Fiscalía independiente, con una Contraloría funcionando, ¿cómo sería posible llegar a unos extremos como los que hemos alcanzado hoy en día?

¿Cómo se ha instrumentado esta destrucción sistemática de la democracia venezolana? Dicho muy esquemáticamente: 1) Se ha pasado de la crítica de los partidos AD-COPEI a la crítica del Pacto de Punto Fijo y de allí a la del sistema democrático como tal. De lo fundamental, que son los hombres concretos que son operadores del sistema y que son los responsables de su desempeño, se pasó a la descalificación del sistema mismo, como si todos los males de Venezuela fueran causados por el sistema y no por sus operadores.

2) En la Constitución del 99, bajo el baño de oro de “dar poder al pueblo” se desmonta el sistema de contrapesos, por ejemplo, en la llamada Asamblea Nacional. De las dos cámaras, en la que el Senado cumplía una función de equilibrio frente a las distintas mayorías que podían lograrse en Diputados, ahora se hizo un sistema raso, que con la configuración actual, sino es el retrato de la asamblea cubana, se le parece mucho.

¿Y los restantes poderes? El llamado “Poder Moral”, produce un asco triste, un dolor venezolano causa ver a ese Fiscal, al Contralor, al llamado Defensor del Pueblo: ASCO TRISTE, es lo que dan. ¿Y el CNE? Podría bautizarse como de “fraude automatizado con tecnología de punta y descaro sistemático”. Ese sistema fraudulento tiene su raíz en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, de la mano de una persona tristemente egresada de esta Universidad Central de Venezuela.

Cierto que antes se robaban votos, pero eso era una cuestión artesanal, manual, casi anecdótica, de picardía criolla, un toma éste por aquél. Pero de allí hemos pasado a este sofisticado y costosísimo sistema de perversión de la voluntad del elector, de manera que se invierten los resultados y lo que era para uno se le atribuye al otro, como ocurrió en el Referéndum Revocatorio, que todos los sondeos a boca de urna daban un 60%- 40% a favor del SI, y sin recato alguno apareció ese CNE diciendo absolutamente lo contrario (por cierto, hasta la fecha no han entregado los resultados definitivos de aquel referéndum, ni hablar del resultado de las elecciones del 4D).

3) La destrucción de las esponjas corporativas. Uno de los aportes (quizás el único aporte) de otro tristemente egresado de esta UCV, el licenciado Elías Jáua es la doctrina de las llamadas “esponjas corporativas”. Según él, la razón de que la riqueza natural de este país no le llegue a las mayorías populares es que los recursos son absorbidos por las esponjas corporativas. ¿Quiénes son las esponjas corporativas? Las viejas Fuerzas Armadas (porque las nuevas no, estas FFAA no absorben recursos), los partidos políticos, la Iglesia, los medios de comunicación, los gremios profesionales, los sindicatos de trabajadores, las Universidades (y un largo etcétera). Por eso le quitan recursos a las Universidades, nos quieren asfixiar. ¿Pero cuál es la realidad? Que cuando aquí se hacen elecciones las proporciones son 80%-20% contra el gobierno. Si esto se repite en todas las elecciones gremiales ¿no debería ser esa la proporción real en todo el país? Si hubiera limpieza y transparencia ¿no serían esos los resultados?

Es necesario agregar que la destrucción de las organizaciones intermedias es lo que permitiría una vinculación directa entre el líder y las masas, es decir, una dirección sin mediaciones, que es el esquema ceressoliano (fascista) de caudillo-pueblo. El liderazgo mesiánico de rasgo característicamente totalitario.

4) Destrucción de la libertad de expresión e información. De aquí el ataque contra los medios de comunicación e información, para doblegarlos y alinearlos con las líneas de desinformación del régimen y eventualmente sustituirlos por otros completamente serviles y repetidores de la línea oficial. Algunos se han doblegado ya, otros resisten. Por esto es de capital importancia alertar a la población y prepararla para la defensa de la libertad de expresión. Si el régimen pretende crear esos Comités de Defensa de la Revolución, a la usanza cubana, para controlar cada calle y cada esquina, entonces es necesario formar brigadas de defensa de la libertad, para oponérselas. Aquí entramos en el tema de la organización, que es esencial, pero que será motivo de otras reuniones.

Para resumir, vamos a señalar TRES LÍNEAS de acción, muy claras: 1) Impedir la destrucción del Sistema Político-social venezolano; 2) Revertir los efectos de la destrucción lograda hasta ahora, construyendo hacia el futuro, es decir, no se trata de volver al pasado, lo que es históricamente imposible, además de ser desde todo punto de vista indeseable. 3) Propugnar un modelo de democracia verdadera. A partir de cada uno de nosotros como centro, poner en cada quien su cuota de responsabilidad en la libertad de todos, la creación de un verdadero colectivo, consciente y vigilante.

MENSAJE FINAL: La era de los líderes mesiánicos pasó para siempre. Es la hora del hombre común. A partir de cada auditorio como éste deben surgir los nuevos líderes. Cada uno en su comunidad, en su grupo de trabajo, de estudio, en su vecindario. Necesitamos decenas, cientos, miles, millones de líderes. Parafraseando aquella vieja consigna, tendríamos que decir: “El pueblo erguido, jamás será vencido”.

Luis Alberto Marin Rengifo / lumarinre@hotmail.com

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